Los Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES) ofrecen a los trabajadores autónomos una herramienta efectiva para complementar su pensión pública y optimizar su fiscalidad. Estos planes permiten aumentar la reducción fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) desde los 1.500 euros anuales permitidos para planes individuales hasta un máximo de 5.750 euros anuales. Este incremento se logra mediante aportaciones propias a los PPES, diseñados específicamente para trabajadores por cuenta propia.
Es importante destacar que el límite máximo de reducción en la base imponible del IRPF para estas aportaciones es el menor entre 5.750 euros anuales o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.
Además de las ventajas fiscales, los PPES ofrecen comisiones de gestión más competitivas en comparación con los planes individuales, lo que puede resultar en una mayor rentabilidad a largo plazo.
En resumen, los PPES representan una oportunidad significativa para que los autónomos mejoren su planificación de jubilación y aprovechen beneficios fiscales adicionales, contribuyendo así a una mayor seguridad financiera en el futuro.