El Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) de Madrid ha emitido una relevante resolución el 28 de mayo de 2024, que aborda la aplicación de la reducción del 60% en los rendimientos netos del capital inmobiliario en arrendamientos de vivienda habitual para el inquilino, según lo dispuesto en el artículo 23.2 de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Resumen de la resolución
Un contribuyente interpuso una reclamación ante el TEAR tras una liquidación provisional de la Agencia Tributaria que no admitía determinados gastos deducibles y rechazaba la aplicación de la reducción del 60% en los rendimientos por el alquiler de un inmueble alquilado por habitaciones.
Los puntos clave de la reclamación fueron:
- Gastos Deducibles: El contribuyente argumentó que ciertos gastos relacionados con el inmueble alquilado debían ser considerados deducibles. El TEAR evaluó cada gasto, admitiendo aquellos que estaban debidamente justificados y relacionados con la obtención de ingresos del arrendamiento, como facturas de reparaciones y adquisición de mobiliario claramente destinados al inmueble alquilado. Sin embargo, desestimó otros gastos que no pudieron ser directamente vinculados al arrendamiento o carecían de suficiente justificación, como gastos de desplazamiento y peajes.
- Aplicación de la Reducción del 60%: La cuestión central residía en determinar si el arrendamiento de habitaciones por parte del contribuyente podía acogerse a la reducción del 60% prevista para arrendamientos de vivienda habitual. El TEAR consideró que, a pesar de que los contratos eran por periodos correspondientes al curso académico y algunos inquilinos eran estudiantes, los contratos establecían el alquiler de habitaciones para vivienda con posibilidad de prórroga. Además, no se requería una estancia mínima para considerar el alquiler como vivienda habitual. Por tanto, concluyó que procedía aplicar la reducción del 60% en los rendimientos netos obtenidos.
Conclusiones finales
Esta resolución del TEAR de Madrid clarifica que el alquiler de habitaciones puede ser considerado como arrendamiento de vivienda a efectos fiscales para la aplicación de la reducción del 60%, siempre que se cumplan ciertas condiciones, como la destinación a residencia habitual del arrendatario y la existencia de contratos que reflejen dicha intención, independientemente de la duración del contrato o la condición de estudiante del inquilino.
Es fundamental destacar que la admisión de gastos deducibles y la aplicación de reducciones fiscales dependen en gran medida de la correcta justificación y documentación que vincule dichos gastos e ingresos al inmueble arrendado.
Importancia de una adecuada planificación fiscal
Este caso pone de manifiesto la complejidad de la normativa fiscal en materia de arrendamientos y la importancia de contar con asesoramiento profesional. Una correcta planificación fiscal y el cumplimiento riguroso de los requisitos legales no solo optimizan la carga tributaria sino que también previenen contingencias con la Administración.
Contar con profesionales especializados en fiscalidad inmobiliaria puede marcar la diferencia entre una liquidación ajustada a derecho y potenciales sanciones o recargos por parte de la Agencia Tributaria. La normativa es extensa y su interpretación puede variar, por lo que un asesoramiento experto es invaluable para asegurar el cumplimiento normativo y aprovechar las ventajas fiscales disponibles.
